Sabona i l’educació per al consum sostenible

Els darrers anys han estat dedicats a l’exploració metodològica per entendre de quina manera els conceptes i eines del programa Sabona poden contribuir a la transformació social des de la co-investigació en l’àmbit de l’Educació per a la sostenibilitat.

Una recerca-investigació participativa duta a terme amb l’Escola de maternal i 1a ensenyança d’Ordino mostra com Sabona fomenta la inclusivitat, l’autonomia crítica interdependent i l’aprenentatge situat a través d’una metodologia dinàmica i participativa, perquè permet indagar de manera col·laborativa i dialògica amb grups heterogenis per a comprendre i buscar alternatives sobre com abordar problemes complexos. Així mateix, durant el procés de recerca-acció es va poder comprovar la utilitat de les eines Sabona per a transcendir tensions i limitacions, conciliar diversitat d’interessos, incloure veus minoritàries i crear oportunitats per a realitzar nivells més profunds de reflexió des dels quals portar la capacitat d’autonomia des del nivell més bàsic d’agència reproductora a la capacitat d’agència transformadora.

A més a més, les troballes de la recerca realitzada suggereixen que els conceptes i eines Sabona permeten realitzar experiències d’aprenentatge situat sanadores i empoderadores, perquè la capacitat transformadora de les persones es pot verificar a través de la seva escala de solucions.

“The fiever scheme”. Faldalen, S., Faldalen A.M., Faldalen, V., Thiholdt, L. (2011). Sabona. Searching for Good Solutions -Learning Solving Conflicts.  An Introduction to Conflict Handling and Social Relations at School. Transcend University Press.

Estas Navidades, regala con la sabiduria de los Magos

The only gift is a portion of thyself

“El único regalo es una parte de ti mismo”, decia a finales del siglo XIX el filósofo Ralph Waldo Emerson, en oposición al comercio próspero de esos tiempos alrededor del ritual del regalo.

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La temporada de compras navideñas nació en el siglo XIX en Europa y se expandió rápidamente por todo el mundo occidental. A principios de siglo XX, mujeres ricas y mujeres trabajadoras de los Estados Unidos formaron un movimiento contra los regalos fútiles llamado Sociedad para la prevención del don inútil (SPUG en la abreviación inglesa), al que se le unió el ex presidente Theodore Roosevelt, quien fue el primer hombre Spug (ver más).

Este movimiento recibió muchas críticas porqué los regalos (de bodas, de Navidades, aniversarios y otras ocasiones festivas) representan uno de los mecanismos más “inocentes” de la sociedad de consumo, pués logran sacar dinero de los bolsillos de la gente por su propia voluntad y además hacen que las personas perciban este tipo de consumo como bondadoso, porqué un regalo es un símbolo de afecto.

Por tanto, para algunos, el discurso de la SPUG contravenia a los intereses del mercado. Otros, en cambio, le dieron la vuelta y vieron la oportunidad de explotar la noción de utilidad del regalo. Aparecen productos que incrementan la eficiencia doméstica de las amas de casa; la individualidad del niño es una nueva fuente que mobiliza la industria comercial a producir bienes útiles diseñados para su uso exclusivo, como un escritorio própio o los juegos educativos.

Esta reforma del regalo ha dado pie al mercado a generar nuevas “necesidades” en las personas. Mientras los productores muestran cada vez más maestria en unir lo estético con lo útil, lo decorativo con lo funcional y si bien el regalo moderno combina racionalidad con afecto, ¿en qué medida son nuestros regalos inocentes? Cada vez se habla más de las consecuencias negativas que nuestras prácticas de consumo tienen sobre el propio futuro de la humanidad. ¿Qué significa hoy día un regalo útil que simbolice al mismo tiempo nuestro amor genuino por aquellos con quienes nos unen lazos afectivos?

El cuento “El regalo de los Magos” de O. Henry narra como una pareja vende lo más preciado que posee (él, su reloj de bolsillo y ella, sus largos y hermosos cabellos) para poder comprar cada uno el regalo que su pareja deseaba. Su sacrificio es una conmovedora muestra de amor y éste amor es el verdadero regalo. Sin embargo, en hacer el sacrificio sus regalos materiales se vuelven inútiles, pués él le regala “hermosos peines, caparazón de tortuga pura, con bordes de joyas, justo el tono para usar en el hermoso cabello desvanecido”. Y ella le regala una cadena de platina para el reloj de oro que ha dejado de alojarse en el bolsillo de él.

Muchas personas han gestionado racionalmente su tiempo y, casi con la sabiduria de los Magos, han hecho ya las compras para estas Navidades, evitando el cáos creciente de las últimas semanas. La mayoria buscamos el mejor regalo para nuestro hijo o hija, para nuestra pareja, para nuestros parientes, para el amigo, la amiga… Y seguramente en la mayoria de los casos ponemos un poquito de nosotros mismos aún cuando el regalo no lo hacemos nosotros mismos sino que lo compramos; pués hacemos el regalo de corazón y pensando en lo que más desea la persona a la que se lo regalamos y en lo que mejor le puede servir. Normalmente, nos preocupamos por sus deseos y por la funcionalidad del objeto, y pensamos que lo que regalamos es lo que la persona necesita. ¿Pero es esto realmente así?

Tal vez la realidad del siglo XXI nos deberia hacer revisar nuestras formas de mostrar el afecto a nuestros queridos, sobre todo a nuestros hijos e hijas. Preguntarnos si nuestro regalo no tiene la misma utilidad que los dones que se hacen los protagonistas del cuento de O. Henry. Cuidar de no regalar, con todo el amor, un futuro desvanecido.

Si el único regalo es una parte de nosostros mismos, tal vez deberiamos sentarnos debajo del árbol de Navidad con la promesa solemne de pasar más tiempo juntos.

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